Cómo optimizar la visibilidad y el control de la red en entornos distribuidos
Por: Francisco Larez, vicepresidente de Progress para América Latina y el Caribe.
Impulsados por la adopción de la nube pública, los entornos de TI están evolucionando rápidamente para volverse más ágiles y responder con mayor rapidez a las necesidades de los departamentos comerciales. De hecho, una encuesta realizada por analistas del Enterprise Strategy Group (ESG) de TechTarget reveló que el 96% de las empresas utilizan la nube pública (infraestructura como servicio – IaaS – o software como servicio – SaaS).
Esto ha dado lugar al desarrollo de entornos de nube híbrida que combinan centros de datos privados con nubes públicas y muchas organizaciones utilizan dos o más servicios de nube IaaS y PaaS (plataforma como servicio).
El desafío de gestionar entornos distribuidos
Con entornos de TI cada vez más distribuidos y complejos, es un gran desafío para los CIO (Chief Information Officer) y líderes de TI gestionar estos entornos y mitigar las amenazas, vulnerabilidades e ineficiencias en sus redes.
La complejidad de estos entornos distribuidos se ve agravada por el uso cada vez mayor de datos generados en entornos de edge computing (informática de borde, como se le llama a veces en nuestra región) y la implementación de aplicaciones en estos entornos para obtener información empresarial en tiempo real, garantizar servicios de alta calidad y optimizar procesos. Según la consultora IDC (International Data Corporation), el gasto en edge computing en América Latina se dispara a más de $5 mil millones de dólares, con México liderando un crecimiento del 18%.
La importancia de la visibilidad de la red
Dado que la mayoría de las empresas ya están involucradas hasta cierto punto en iniciativas de transformación digital, muchas de ellas tienen una configuración de nube híbrida, donde las aplicaciones se pueden implementar en cualquier combinación de centros de datos privados, múltiples nubes públicas y ubicaciones de borde. Al mismo tiempo, los empleados y los dispositivos de IoT que acceden a estas aplicaciones lo hacen desde casa u otras ubicaciones remotas.
Algunos de los objetivos clave de TI para este tipo de proyectos incluyen aumentar la eficiencia operativa y brindar una experiencia de cliente tanto de mayor calidad como diferenciada. Para lograr estos objetivos, se debe aprovechar la información disponible en la infraestructura y el tráfico subyacentes para garantizar una conectividad segura entre aplicaciones, trabajadores remotos y dispositivos perimetrales. La gestión exitosa de estos entornos requiere la capacidad de obtener visibilidad detallada y correlacionar estos datos.
Beneficios de la visibilidad integral de la red
La clave para gestionar con éxito estos entornos altamente distribuidos es la capacidad de obtener una visibilidad completa de la red. Esto ayuda a las organizaciones a adaptarse mejor a los cambios rápidos y a los altos niveles de dispersión. Otros beneficios de obtener este nivel de visibilidad son la reducción de costos operativos y la optimización de las actividades de gestión ambiental.
Esta estrategia también juega un papel clave en las estrategias proactivas de defensa corporativa, además de ofrecer a las empresas conocimiento sobre la ejecución de aplicaciones y acceso garantizado a las mismas. Esto facilita la resolución de problemas con cualquier aplicación de forma prioritaria y puede mejorar la continuidad del negocio al reducir el tiempo necesario para restaurar la funcionalidad en un entorno determinado.
Para obtener una verdadera visibilidad de la red, debe implementar una plataforma de monitoreo que pueda proporcionar una vista completa de la infraestructura y al mismo tiempo integrarse fácilmente con otros sistemas comerciales. Esto proporciona información profunda y detallada sobre las configuraciones y el tráfico de los dispositivos para garantizar una mejor experiencia, mayores niveles de seguridad y una mayor eficiencia operativa.
Una solución de monitoreo de red integral y ágil va más allá del monitoreo de métricas y eventos conocidos, lo que le permite a los equipos de operaciones concentrarse en capturar la mayor cantidad de datos posible para detectar posibles eventos futuros a medida que nuevas aplicaciones y arquitecturas de red ganan popularidad. Por ejemplo, aplicaciones de microservicios o redes multinube. Este enfoque lleva a los equipos más allá de implementar un solo producto con un enfoque limitado para tener la visión más amplia posible del entorno, lo que les permite adaptarse a los cambios rápidos.
Adoptar una visión holística de la gestión de aplicaciones
Lograr este nivel de visibilidad de la red también ayuda a las empresas a reducir los costos operativos y optimizar las actividades de gestión ambiental. Debido a su naturaleza altamente distribuida, es casi imposible que las herramientas individuales proporcionen una vista completa y óptima. Por lo tanto, las empresas deben pensar de manera proactiva en implementar una plataforma que pueda tener una visión holística de su infraestructura de red y que tenga la capacidad de integrarse fácilmente con otros sistemas comerciales.
